Por Claudia Morales B.

Queridos lectores, en esta ocasión deseo compartir con ustedes el orgullo que siento ser egresada de la H. Universidad Nacional Autónoma de México, la  más prestigiada de Iberoamérica y recientemente declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad se le otorgó a CU al demostrar “de manera sobresaliente” la consolidación de la arquitectura moderna en América Latina, con acentos locales, además, de que se ejemplificó el desarrollo de la ingeniería aplicada a la construcción, así como la “extraordinaria” planificación urbana, con base en el paradigma del urbanismo y el funcionalismo moderno con reminiscencias de la arquitectura prehispánica.

El 18 de julio de 2005, Ciudad Universitaria ya había sido declarada Monumento Artístico de la Nación, pero ahora alcanzó la máxima categoría a nivel mundial. Con este título, el campus universitario forma parte del selectísimo grupo de las universidades del mundo que son consideradas Patrimonio Cultural de la Humanidad junto con la de Alcalá de Henares, en España, y la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.

La declaratoria en comento incluye el antiguo casco de la UNAM que abarca el primer circuito universitario y sus más de 50 edificios dentro de una zona núcleo de 176.5 hectáreas, que representa 25 por ciento de las 730 hectáreas totales del campus universitario. Como límites de esta área se tienen: hacia el poniente, el Estadio Olímpico Universitario; al sur, las canchas de frontón y la zona deportiva; al oriente, la Facultad de Medicina, y al norte, los edificios de las facultades de Filosofía y Letras, Derecho, Economía y Odontología.

Al recorrer esta zona se puede contemplar la obra representativa del muralismo mexicano, tanto en la Biblioteca Central, cuyos murales fueron creados por Juan O’Gorman; los de la Torre de Rectoría, que son de David Alfaro Siqueiros -una de esas obras fue dañada durante la huelga universitaria de 1999-2000-; los del estadio, realizados por Diego Rivera; además de obras de otros muralistas, como Benito Messeguer, Mario Omar Falcón, José Chávez Morado, Francisco Eppens Helguera, Federico Silva, Mathías Goeritz y Guillermo Ceniceros.

Este lugar ha sido escenario de varios movimientos estudiantiles trascendentales para la vida del país, como los de 1968, 1971 y 1986-1987, y la última huelga estudiantil de 1999-2000, lo que significó el paro de actividades más largo en la UNAM, así como de innumerables actos políticos y sociales.

Esta zona de Ciudad Universitaria es de los pocos espacios arquitectónicos modernos a los que se ha otorgado dicho reconocimiento. Hace pocos años que la UNESCO incluyó el patrimonio moderno entre sus reconocimientos, entendiendo por éste a aquellos elementos materiales e inmateriales creados en épocas recientes.

La grandeza de la UNAM destaca al recordar que todos los mexicanos galardonados con el Premio Nobel proceden de esta universidad: Octavio Paz (Literatura), Alfonso García Robles (Paz) y Mario J. Molina (Química); todos los coonacionales que han obtenido el Premio Príncipe de Asturias son egresados de esta institución: José López Portillo, Emilio Rosenblueth, Pablo Rudomín Zevnovaty, Marcos Moshinsky, Francisco Bolívar Zapata, Ricardo Miledi, Juan Rulfo y Carlos Fuentes; además de que todos los mexicanos distinguidos con el Premio Cervantes -considerado el más importante de la lengua castellana- son universitarios: Octavio Paz, Carlos Fuentes y Sergio Pitol.

¡Goya!, Goya! Cachun cachun rara, Goya, ¡¡UNIVERSIDAD!!

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