En Francia autoridades han iniciado 400 investigaciones contra grupos que están vendiendo pases COVID-19 falsos, el anuncio se da en momentos en que las hospitalizaciones por el coronavirus en el país van en aumento mientras una parte importante del continente europeo busca la forma de frenar la expansión de la variante ómicron.

Estos casos comenzaron a salir a la luz después del caso de una mujer que mostró un certificado falso de vacunación y luego falleció en un hospital regional de París.

El director de la unidad de cuidados intensivos del hospital declaró que le hubieran dado tratamiento inmediato con anticuerpos si hubiesen sabido que no estaba vacunada.

A partir de ahí las autoridades comenzaron a identificar miles de pases falsos en distintas partes de Francia, destacó el ministro del Interior, Gerald Darmanin, ministro del Interior, por lo que iniciaron con las investigaciones que ahora suman unos 400 expedientes incluso algunos contra “profesionales de la salud”, aunque no informó cuántas personas han sido arrestadas ni dio otros detalles.

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El gobierno está endureciendo las normas en torno a las constancias de vacunación, requeridas para entrar en restaurantes, teatros y otros sitios públicos. Para obtener la constancia, la persona debe mostrar una prueba de vacunación, prueba negativa de menos de 24 horas de anterioridad o de haberse recuperado del COVID-19.

Francia, luego de haber registrado la semana pasada un máximo de casos diarios desde el inicio de la pandemia, está acelerando sus planes de hacer accesibles las vacunas de refuerzo a fin de aliviar la presión sobre los hospitales.

La mitad de las unidades de cuidados intensivos están ocupadas por víctimas de coronavirus, algunas regiones han postergado las cirugías no esenciales y en promedio más de 100 personas mueren por día de la enfermedad.

Con información de AP