Gabriela Xelano

Si en algo ha destacado Héctor Alonso Granados, hoy diputado local por Morena, es por su “habilidad” sincerarse al momento de hablar sobre temas que tienen que ver con los derechos de las mujeres, la comunidad LGBT+ y la libertad de prensa, grupos a los que más de una vez ha “confrontado”.

Su más reciente “intervención” tuvo que ver con los derechos de la mujer y su lucha por los derechos sobre su cuerpo, a quienes recomendó pensar antes de “abrir las piernas y dejarse embarazar”.

Su comentario se da en el marco de la discusión en el Congreso del Estado, donde se analiza la posibilidad de disminuir las penas contra las mujeres que se practiquen un aborto y legalizarlo en las primeras 12 semanas de gestación, que presentó la priista Rocío García Olmedo.

“Hay que pensar antes de abrir las piernas y dejarte embarazar… ¿por qué quieren trasladar al gobierno un acto irresponsable de sexo?…Cómo premiar la irresponsabilidad de alguien que tiene relaciones sexuales, de manera irresponsable, se embaraza y dicen ‘no me importa, el estado me lo paga’ que me lo quiten”.

Sin embargo en esta ocasión su penosa intervención estuvo precedida por un “y lo estoy pensando si la digo”, lo cual ya representa un “avance” en el actuar del diputado.

“Mojigatas”

El pasado 20 de mayo, el legislador se anotó otra “puntada” cuando desde la tribuna llamó a las diputadas que promovieron la iniciativa para prohibir la publicidad sexista en espectaculares, mojigatas y ridículas.

“Una cosa es cuidar a la mujer y otra es exagerar la nota porque ya aquí algunas personas están cayendo en el ridículo… esas son mojigaterías, eso es una actitud confesional y retrógrada”.

https://twitter.com/ParabolicaMEX/status/1130545947124076545

Esta actuación le valió una denuncia por violencia política de género.

“Señorita”

Otra más se apuntó en 2012 cuando, arropado por Nueva Alianza y en plena elaboración de las leyes que garantizan las convivencia social, el diputado llamó “señorita” y “homosexual discriminado” a Alejandro Molina Huerta, asesor del diputado local José Juan Espinosa Torres, entonces militante de Movimiento Ciudadano.

En esa ocasión en sesión de pleno, Ignacio Molina se acercó a saludar a Mario Riestra Piña, presidente de la Mesa Directiva, cuando fue interceptado por Alonso Granados quien espetó:

“a ver señorita, no puedes estar aquí”.

La alusión indignó al abogado, quien pidió respeto a su agresor, pero sólo obtuvo un: “disculpe señor homosexual”. Molina prefirió concluir la discusión y retirarse del lugar.

Aunque varios legisladores fueron testigos de lo ocurrido, ninguno manifestó su posición por lo ocurrido, excepto Espinosa Torres quien lamentó las actitudes del turquesa.

En respuesta el agredido acudió al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), con sede en la Ciudad de México, para interponer una queja por actos constitutivos de hechos de discriminación.

Y es que, no era la primera vez que Molina era agredido por Alonso, en 2011 ya había sido atacado, cuando durante la sesión de la Comisión de Transportes, el diputado lo tomó de la camisa y por la fuerza lo sacó de la sala.

En respuesta su partido, Nueva Alianza, con un Gerardo Islas Maldonado como dirigente se deslindó del diputado y advirtió sanciones.

“Muertos de hambre”

Si hay un grupo con el que mostró menos paciencia en el pasado fue con el de fotógrafos y reporteros, con quienes en más de una ocasión, abiertamente, se enfrentó a “gritos y sombrerazos”.

En la iniciada la legislatura, Alonso Granados obligó a empujones a salir del salón de plenos a Luis Hernández, entonces fotógrafo del diario Milenio Puebla, con el argumento de que había contestado su teléfono celular durante una sesión pública.

Meses más tarde, y desde su cuenta de Twitter calificó de “corruptos” y “chayoteros” a la reportera Patricia Estrada y al secretario de la Amedi Puebla, Roberto Alonso, porque lo cuestionaron sobre su trabajo, ante la presión de las redes sociales el legislador borró los comentarios y cambió de cuenta.

Casi al finalizar el 2012, el expriista, exconvergente, exindependiente y exturquesa, amenazó, agredió físicamente y retó a golpes a los reporteros Paulo Yolatl y Agustín Hernández, por estar “murmurando” en una sesión plenario.

Fue Yolatl el que respondió a las agresiones, gritándole “te pareces al pendejo de tu patrón”, lo cual le valió una colorida y amenazante respuesta del turquesa.

“Pendeja tu madre, no yo, muerto de hambre, mediocre cabrón. Acuérdate que esto dura tres años y se va a acabar y te he de encontrar en la calle”.

Entre los variados gritos y reclamos que mutuamente se lanzaron,está el “ponte a estudiar”, “eres un pendejo”, “hijos de puta”, y el “otro de los que le hierve el hocico diciendo cosas de uno”, “no has hecho nada por, Puebla más que pedir dinero por tu periódico” o el  “ya no comen de la mano del PRI como antes”.

En ambos casos, el diputado fue denunciado.