Lorenzo Rivera Sosa, dirigente del PRI en Puebla, deslindó a su partido del exgobernador Mario Marín Torres y afirmó que tendrá que enfrentar la orden de aprehensión que pesa en su contra por el caso de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.

“Nos deslindamos de todos los actos de los actores de nuestro partido, cada persona es responsable de sus actos y nosotros hoy lo que estamos construyendo es la unidad y un gran proyecto para Puebla”.

Mientras, dijo, el último gobernador emanado del PRI en el estado deberá enfrentar de manera personal y sin el respaldo de partido los señalamientos en su contra en tanto la directiva poblana se enfocará en otras actividades del proceso comicial que está en marcha.

También se valorará si se le continuará invitando a los eventos de campaña del candidato del PRI, Alberto Jiménez Merino, sin embargo, al interior del tricolor, aún no se no tiene contemplado un proceso de expulsión en contra del exgobernador, confirmó en rueda de prensa este domingo.

Opinión similar tuvo Xitlalic García Ceja, secretaria General del Comité Directivo Estatal del PRI, quien insistió en que el partido no está construido por una sola persona.

Cabe recordar que tras la muerte del exgobernador Rafael Moreno Valle y la exgobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, lo que representó la caída del morenovallismo, el exmandatario regresó a la vida política pública.

Incluso acompañó en dos eventos al candidato Jiménez Merino, no obstante tras la orden de presentación que se lanzó en su contra por el caso Lydia Cacho, el mandatario, una vez más optó por alejarse de la vida pública.

En su última aparición pública Marín precisó que el asunto ya fue juzgado con anterioridad por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por lo que insistió cualquier nuevo requerimiento quedaría sin efecto.