Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, al cumplirse un año de su victoria en las urnas, aseguró que a finales de este año su gobierno “arrancará de raíz el régimen corrupto” y terminará las bases de la Cuarta Transformación, para que ni regresando, sus adversarios retornen a las antiguas prácticas.
“Pienso que este mismo año, a más tardar en diciembre, terminaremos, van a decir que no se puede, en este mismo año, terminaremos de arrancar de raíz al régimen corrupto y quedarán en este mismo año construidas las bases para la conformación de la Cuarta Transformación”, dijo durante la celebración de su triunfo en las elecciones del año pasado.
Desde el zócalo capitalino el tabasqueño, acompañado de secretarios de estado, representantes del Legislativo y de gobiernos locales, emitió un mensaje el cual fue celebrado por los miles de asistentes que se sumaron a su festejo.
“Nuestro movimiento ha trascendido porque surge de ideales y principios y no limita su propósito a un cambio de gobierno, sino que tiene como objetivo superar para siempre al régimen corrupto y despiadado que prevalecía”.
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Incluso dijo que a un año de su triunfo, ya se han cumplido 78 de los 100 compromisos, al tiempo que reconoció que aún hay trabajo por hacer.
“Posiblemente nunca en un inicio de gobierno se hizo tanto en tan poco tengo. Hay pendientes: falta que se cumpla la mejora en el sistema de salud, que crezca la economía y se siguen manteniendo los mismos niveles de violencia que heredamos del viejo régimen”.
Al mismo tiempo presentó un pequeño informe en el cual incluyó datos sobre la protección a periodistas, el crecimiento de la economía, la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, las mañaneras, los programas sociales y otros tópicos sobres sus actividades y avances en sus primeros siete meses de gobierno.
“Reafirmo nuestro compromiso de no fallarle al pueblo de México. Venimos a rendir cuentas con apego a la verdad, dijo Andrés Manuel, antes de verse opacado por el grito de “¡no estás solo!”.
El presidente leyó por segunda ocasión sus compromisos y aseguró que lo conseguido en siete meses basta para demostrar que no es “más de lo mismo”, aunque algunos de sus compromisos tienen aún un asterisco.
Anunció que la corrupción ya no se permite, que el nepotismo, el amiguísimo, el influyentismo y toda práctica del antiguo régimen se acabaron.
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Luego de 50 minutos de discurso ante un Zócalo que volvió a llenar, el mandatario concluyó su participación al grito de “Qué viva la cuarta transformación de la vida pública nacional”, para poco después retirarse del estrado y bajar a saludar a la gente.
