Durante el proceso electoral de 2018 con 12 casos de violencia política de género contra mujeres, Puebla se colocó en el primer nacional, seguido de Guerrero con 11 y Oaxaca con nueve.

Lo anterior de acuerdo con el monitoreo que realizó Observatorio 33.

De su análisis se desprende que de los 217 municipios en 174 hubo reportes de violencia política, colocándose junto con Michoacán (6), Guerrero (11), Veracruz y Oaxaca (9), como  uno de los estados en los que mayor riesgo se corre en ser víctima de violencia política.

Sin embargo de los 174 reportes en Puebla sólo 15 se denunciaron formalmente, y dentro de su análisis, el organismo concluyó que fueron 38 candidatas las que sufrieron más violencia.

Los principales ataques se centraron en comentarios como descalificaciones e invalidaciones de sus propuestas por el hecho de ser mujeres, acompañados de comentarios misóginos, es decir, se puso en duda su capacidad técnica e incluso mental para ocupar un cargo público.

En otros casos se divulgó información personal con intención de perjuicio o recibieron burlas, estereotipos, acoso, bullyng, ciberacoso, entre otras conductas.

Su estudio se da en el marco de la emisión de una sanción por violencia política de género contra José Juan Espinosa Torres, diputado local del Partido del Trabajo, quienen el pasado proceso electoral violentó aLaura Torres Villegas, representante del PRI ante el IEE a quien tildó de “mal atendida” sexualmente en un intento de descalificar su opinión durante una sesión del instituto.

Por ello Edurne Ochoa, presidenta de 33 Mujeres, aseguró que no es suficiente una amonestación publica sino debe tipificarse como delito.

Y es que, el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) determinó que su sanción consistiría en asistir a un curso y disculparse públicamente.