Redacción

Por estigmatizar, minimizar, prejuzgar e invisibilizar la violencia contra las mujeres, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena ha iniciado un proceso sancionador contra Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla.

Ahora, el gobernador tendrá hasta el 22 de junio del año en curso para responder y defenderse de las acusaciones, según lo advierte en el expediente CNHJ-NAL-334-2020, documento con el cual se formaliza el procedimiento en contra del también exsenador, que hace unos días en su conferencia de prensa matutina minimizó el problema de la desaparición de personas, en especial la desaparición de mujeres.

El proceso contra el gobernador inició el pasado viernes, cuando la CNHJ informó del inicio de un proceso de oficio contra el gobernador por incurrir en violaciones a los estatutos del partido, tras haber prejuzgado, estigmatizado, minimizado e invisibilizado la violencia contra mujeres y mujeres desaparecidas.

La mayoría de denuncias de desaparecidos son casos de personas que no desaparecieron, que se ausentaron de sus hogares por un día, por dos, por tres, por un periodo muy simple y el tiempo en el cual no tuvieron contacto con sus familiares fue brevísimo (…) Hay otros casos reales, sin duda que si, que son los menos, el porcentaje mínimo, ha habido casos en el que la Policía Ministerial ha encontrado a las personas desaparecidas con su novio, por ejemplo, en algún lugar, en Puebla mismo y ya quedaron en el registro de desaparecidas”, afirmó el pasado 9 de junio en conferencia de prensa.

De acuerdo con la Comisión, con sus palabras el gobernador “estigmatiza y minimiza” dos problemas graves que existen en el país: la violencia contra las mujeres y las desapariciones.

En ese sentido indican que sus dichos no son compatibles con la normatividad de Morena, menos en un contexto de “una grave problemática de la violencia contra mujeres” y enmarcada en una “indignación generalizada contra la violencia de género”.

El partido enfatiza en advertir que no debe perderse de vista que mientras no cese la violencia contra mujeres “no puede haber paz ni progreso ni igualdad para las mujeres”.

Incluso recuerdan que la violencia contra mujeres es uno de los símbolos más brutales “de la desigualdad existente en nuestra sociedad pues se dirige sobre el sexo femenino, por ser considerado, por sus agresores, como carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”.

Bajo esos parámetros el organismo condena y se deslinda de las palabras de Barbosa, quien lejos de condenar la violencia revictimizó a las mujeres.

La violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales e impide total o parcialmente a la mujer gozar de dichos derechos y libertades. Se debe condenar la violencia contra la mujer y tomar medidas para erradicarla y no justificar las situaciones de violencia en las que pueda verse envuelta culpabilizándola de ellas, en este caso, por las relaciones sociales o sentimentales que en su derecho pueda o no tener.

Finalmente, el organismo recuerda que el partido no comparte los dichos de Barbosa, sino que “lucha contra la violencia y contra todas las formas de opresión” insistiendo en que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las personas son “un pilar fundamental de nuestra organización”.